OTRO HOGAR DESTROZADO

Señor presidente de la república consideradamente me permito escribir estas palabras con el fin que entre sus múltiples ocupaciones y responsabilidades escuche a esta mujer que  alo largo de este tiempo ha tenido junto con su familia que  sufrir un terrible drama , ya que mi esposo con el cual comparto mi vida hace 6 años  y con el cual forme un hogar del cual nació nuestra pequeña hija y con ella la complementación de la tan anhelada felicidad que todo ser humano busca para  así luchar y salir adelante .

Es así como mi esposo trabajaba abnegadamente como lo demanda su profesión con sacrificio , desdén ,orgullo y alejado de su familia,  esa demanda  es completa por que el ser militar en este país es sinónimo de dar todo para los demás desinteresadamente; bajo esas circunstancias de hacer parte de esta institución, requería consagrar la vida para mantener la tranquilidad de los colombianos no importando soportar la inclemencia del clima o lo quebrado del relieve o las dificultades a que se enfrentan los miembros del ejército nacional porque no tienen todo al alcance o sencillamente a soportar la soledad que es sufrida por toda su familia, esa soledad que estaba siempre presente y con ella la nostalgia  porque sabía que en su cumplimiento al deber, estaba separado de nosotras, lo sabía por eso me parecía  tan difícil mantener una familia, mas no era imposible, aun en esas condiciones nunca perdimos nuestra firmeza y nuestro empeño por defender un país y nos incluimos por que al estar casada con un militar ese sentimiento patrio se evidencia ya que comprendemos lo que es verdaderamente su profesión, esos sacrificios, lapsos de tiempo que se aumentaban a meses enteros en los cuales asumía el cuidado de mi hogar, mientras el salvaguardaba la integridad y seguridad de otros, sin olvidar los riesgos que corría por la magnitud y la peligrosidad de este conflicto. Y cada día me invadía la tristeza y preocupación de pensar que mi esposo no regresaría a casa con vida, sin embargo confiaba en Dios y ponía en sus manos mi deseo que mi esposo regresara pronto a nuestro lado sano y salvo.

Después de cuatro años de estar juntos me entere de la noticia que mi esposo había sido destituido, acusándole de haber realizado acciones en contra de la ley ,desde ese momento se complicaron las cosas, porque con ella vendrían situaciones más complejas ya que a os pocos días dictaron medida de aseguramiento en contra de mi esposo , el tubo que viajar lejos de su hogar nuevamente pero ya no por meses, desde entonces esperábamos que esto se resolviera pronto pero ya han trascurrido un poco más de tres años y cada vez se complica más.

Esta situación de saber que mi esposo afrontaba una situación tan delicada, por cumplir con su deber,  me atormentaba días enteros llorando en silencio, el saber que mi hija crecería sin la presencia de su padre;   sumando a que debía hacerme cargo  del hogar en todos los sentidos. Solo me consolaba la esperanza que la justicia de este país fallara a favor de un hombre que entrego su vida por una Colombia libre, grande , soberana y en paz, pero pese a todo esto mi esposo fue condenado a muchos años de cárcel , tantos que bien pudiera decirse que lo condenaron a una cadena perpetua sin comprobarle  nada como  a la mayoría de militares  y lo peor de todo es que veo como a tantos criminales se les condena con penas irrisorias, sin olvidar a los que acogidos a indultos  gozan de libertad y son gestores de paz,   demostrando su culpabilidad en derecho y en la realización hechos violentos. 

  

Mi esposo fue condenado y con él la  familia que habíamos construido, aquel fallo coarto todos nuestros  sueños , esta situación conllevo a que mi matrimonio estuviera a punto de terminarse , ya que él me pidió el divorcio en su afán de  apaciguar mi dolor , pero no podía acceder a esta proposición  y  decidimos continuar juntos aferrados a la idea de luchar   por esta causa que es justa y en donde demostraremos la inocencia de un hombre que como muchos coloco el pecho por Colombia y su libertad.

Mientras esto ocurre se  debe estar recluido en un centro carcelario y penitenciario del ejército nacional , pero nuevamente la situación se complica al enterarme que actualmente se está estudiando la posibilidad de recluir a nuestros seres queridos  en cárceles civiles ,lo que significaría que mi esposo, a juzgar por su condena podría terminar recluido en una cárcel de máxima seguridad, no es justo que después de tantos años de servicio ,arriesgando sus vida y entregando todo por un país se esté contemplando dar el mismo trato que a aquellos que premeditadamente  destruyeron a Colombia, además del sufrimiento y la preocupación que embarga a numerosas familias vemos con extrañeza como   es posible que personas que no tienen el mínimo de consideración con estos hombres que sufren las calamidades de la guerra quieran enviarlos a dichos centros carcelarios y mientras en varias ocasiones envían a unidades militares o de policía  a personal civil sin ningún tipo de justificación más que su seguridad personal y es cuando nos preguntamos y es que los militares no merecen tener esa seguridad que hoy están a punto de perder? Es por esto que pedimos que se nos tengan en cuentas estas razones , que nos tengan en cuenta nuestro sentir como madres , como esposas, como aquellas personas que mantuvieron y mantienen un apoyo incondicional para estos hombres que bajo la buena fe y la convicción de  una Colombia en la que todos podamos vivir en paz, son ustedes que bajo las premisas constitucionales deben mantener bajo una seguridad en todos los aspectos para que los integrantes de las fuerzas militares sigan con ímpetu ,con honor ,con dignidad y sobre todo con el respaldo de los ciudadanos de bien.

Confió en Dios, quien hasta ahora me ha mantenido fuerte para sobrellevar lo sucedido y espero que  su voluntad   sea la pronta libertad de nuestros inocentes, porque en Colombia los héroes si existen